Sacrificio con triunfo
Era un sábado a la noche cerca de las tres de la mañana. La luz de una lámpara alumbraba el escritorio el calor de la estufa calentaba el estudio.
Ya no tenía ganas de pensar en nada ya quería irse del estudio para poder descansar un poco, se había detenido a tomar un pequeño receso. Devuelta en el trabajo ya no podía ver más la computadora porque le enceguecía la vista, no se podía concentrar en lo suyo por los ruidos de la ciudad.
Tenía que apresurarse porque la entrega de su libro era el lunes y tenía que apresurarse, pero pensaba que por ese trabajo iba a recibir una buena paga más que suficiente para mantener a su esposa y a su hijo de tres años. Tomo como diez tazas de café para ver si se recuperaba un poco del cansancio.
Ya las ideas se le acababan y estaba a punto de desmallarse en el teclado de su computadora pero el ruido de la taza que se calló al suelo lo despertó. Ya estaba por irse a dormir pero una parte de el le decía que siguiera. Siguió por dos horas mas y ya no daba abasto por el sueño entonces fue a descansar y seguía el día siguiente seguía con el trabajo.
Ya había amanecido eran como las ocho de la mañana se despertó y siguió con su trabajo. Ya casi terminaba cada vez faltaba menos. Solo faltaban 3 capítulos más y terminaba, tan solo unas hora más y se acababa.
Ya había terminado fue un libro de 28 capítulos. Cuando lo fue a la editorial aceptaron publicarlo. Paso un tiempo y el libro fue un éxito todos en el país, el autor se hizo famoso gracias a esa obra que para el fue una tortura terminar. Fue invitado a muchas ferias de lectura y gano muchos premios. Se había convertido en unos de los escritores más famosos de todo el país. Saco muchos libros más pero ninguno fue tan bueno como ese.